sábado, 18 de octubre de 2008

¡Itai!


Siempre me he considerado una persona que evita los cambios para sentirme segura. Es malo, sobretodo cuando los cambios tardan demasiado en darse.

En mi vida personal, con los amigos, la familia, incluso en el amor era tan estable que un cambio repentino de actitud era algo sobrenatural, sin sentido y extraño. Cuando pienso en cuán largos eran esos periodos de estabilidad, llego a considerarlos más etapas que periodos cortos, tan largos fueron que puedo incluso contarlos con los dedos de la mano. Incluso puedo reflejarlo ahora, mi corte de pelo después de un año no ha cambiado (tal vez algún que otro peinado: mediacola, cola alta, dos coletas, etc. pero de cortes diferentes, ni por asomo), mi forma de ser, mi forma de pensar... es como un estancamiento temporal, me apetece salir de este periodo de "estabilidad", pero es algo a lo que no estoy acostumbrada. Es por ello que tengo respuesta para todo, o casi todo, porque es como si estuviera escrito en mi cabeza una constitución del qué debo hacer y qué no.

Sin embargo, últimamente he estado sujeta a tantos cambios que me cuesta determe a pensar si fueron favorables o no. Por un lado, dejarme llevar me gusta, porque no tengo que pensar mucho en lo que dejo atrás, cosas que me hacen daño o ratos malos que no debí pasar. Por otro lado, está el hecho de que no sólo dejo malos ratos, sino momentos sublimes, que consideré como mi felicidad en ese entonces. No sé, la vida da tantas vueltas, en un momento eres la persona más importante para otra y luego dejas de serlo, todo cambia, nada permanece en su lugar y mi "estabilidad" creo que fue el problema, el creer que ese período feliz perduraría, no me di cuenta que las cosas cambian más rápido, que tienen un ritmo diferente y que voy muy atrasada.

En fin, que paso a contarles (a quien lea esto, si es que hay alguien, porque he tenido este blog tan abandonado que tampoco tendría ganas de pasarme y echar un vistazo...) algo actual y más específico, las generalizaciones aburren.

Tener prácticamente dos trabajos part time me resulto algo cómodo, contra toda predicción. El primero, de una industria de textiles, es fácil y cómodo, puedo hacerlo desde casa y llevarlo al día siguiente a media mañana, estoy aprendiendo muchas cosillas sólo observando documentos y asistiendo a la planta, aunque sea sólo por un momento.

El segundo, sin duda, es lo mejor que me ha pasado últimamente, en el trascurso de las últimas dos semanas, es empezar el trabajo en Pizza Hut. A pesar de ser cuatro horas al día y tres días a la semana, la paga es buena, pero paso un poco de hablar del aspecto remunerativo que no se compara, siquiera iguala, al aspecto humano. El ambiente es inmejorable, casi no tengo un jefe que me machaque todo el bendito turno, las labores se aprenden de tus propios compañeros, quienes casi todos bordean mi edad (hay un grupete de viejones todos de 20 años xDD) o un poco menos. Atender al cliente es divertidísimo. No sé si es fácil en realidad o soy yo la hábil (prefiero pensar que es fácil, porque todos lo hacen muy bien). Hay algunos clientes que salen con cada cosa... en fin, "el cliente siempre tiene la razón", "el cliente siempre obtiene lo que quiere, menos sexo".

Con la práctica he ido aprendiendo tips, como mirar siempre a la cara al cliente, siempre, SIEMPRE. Lo aprendí como lección producto de confundir a un travesti con una chica, hay que ver la cara que me puso... En fin, hay cada cosa... Renzo y sus pizzas quemadas, Vanessa y sus modeladas, Yoela (mi jefa, "mami" para nosotros) y sus momentos filosóficos, los de mi generación de nuevos ("Los que revolucionaremos Pizza Hut, OU yeah" XD, ), todos ellos, el puto cooler que me pela los huesos y el fantasta del segundo piso, todo es genial.

Por otro lado, he tenido una mala racha impresionante, en detalles que pueden parecer nada importantes y fáciles de solucionar, pero me han hecho pasar varios ratos de fastidio y chasqueos de lengua.

  • Se pierde mi polera negra, mi favorita. Me costó un ojo de la cara, cabe mencionar.
  • Pierdo el mandil y gorrete de Pizza Hut. No me costó ni costará reponerlo, pero igual, eran mi mandil y mi gorrete T__T.
  • Un ladrón intenta llevarse mi maleta, me clava las uñas en la mano para que la suelte. Felizmente, algunas personas que pasaban por ahí me ayudaron y lo empujaron, al final huyó. Es raro, ni siquiera grité, le patié las canillas y estaba por darle un codazo en el rostro cuando lo empujaron y luego escapó. Ilesa, pero por andar lejos de casa y no haber ningún centro comercial cerca siquiera para lavarme las manos, se me infectaron las heridas, bueno, la foto dice todo, me palpitan horrible T___T. (Y eso que no colgué la foto de mi mano izquierda, que está tan mal que podría servir como material para un buen capítulo de E.R.)
  • Me roban el mp3. Hay que ver lo agujas que son los ladrones, mi mp3 no tenía nada de extraordinario ¿Quién querría robarlo?
  • Mi celular se pierde. Jor, soy un poco distraída por naturaleza, lo dice mi madre, yo misma y los test psicológicos de atención, pero es el colmo que me olvide el celular en el baño de la universidad...
  • Desapruebo un examen importante. No anoté la fecha del examen y me tomó por sorpresa. Eso es irresponsabilidad mía, pero la mala suerte entra en escena cuando mis compañeros de clase tampoco lo hicieron, así que todos jalados.
  • Es difícil que alguien se moleste conmigo, no es por vanidad, poca modestia ni mucho menos, simplemente porque yo nunca lo hago, no me molesto con facilidad, las bromas las tomo como eso, bromas y siempre ando sonriendo, me disgusta pelear o discutir sin sentido, suelo dirigirme con mucha amabilidad y saludo siempre, así sea alguien que no me agrade, como dice mi madre "lo cortés no quita lo valiente". Pues de todas las personas en el mundo, Katty tuvo que disgustarse conmigo, todo por culpa de un profesor que malentendió las cosas. En fin, que tu mejor amiga de la universidad se disguste contigo es motivo para quejarte.
  • Llegué 3 horas tarde al trabajo. Como mi celular andaba perdido, el número de mi gerente no lo tenía a la mano, el turno de viernes empezaba a las 3 pm, pero de clases no salía antes de las 4 pm. Como mi gorrete y mandil andaban perdidos, tuve que pedirlos prestados a un compañero que terminaba turno. No me llevé una llamada de atención, porque mi gerente es amor (en todos los sentidos, sí, TODOS) y entendió la situación, pero tuve que cumplir mis horas, es decir, quedarme hasta las 11 pm.

Y nada más, nada más...

Pero bueno, mi mentalidad entre tanta mala racha es "no hay mal que por bien no venga" y estoy empezando a creer que es cierto.

  • Mis padres se apiadaron de mi y me darán dinero para comprarme ropa, mucha ropa.
  • Me repondrán el mandil y gorrete; y me darán otro juego por si los pierdo de nuevo. Claro, suena a "toma, porque soy bueno", pero en realidad desde el principio teníamos derecho a tres juegos de uniformes.
  • Las heridas se están sanando (o eso creo). Y tendré una nueva maleta, más grande y más segura.
  • El olvidado y "malogrado" mp4 resultó nunca estarlo. Me lo quedo. Pierdo un mp3, pero gano un mp4, algo es algo.
  • La ladrona (mujer por obvias razones) resultó ser honesta y lo dejó en el departamento de objetos perdidos. Tengo que ir a recogerlo más tarde. GRACIAS.
  • Katty se dio cuenta que molestarse por una tontería así es insano. Todo normal ahora :D.
  • Tuve un buen turno a pensar de mi tardanza, me lo dijo mi gerente que está buenorro.

En fin, que las cosas pasan por algo, creo yo. Así que la mala racha a pasado o consideraré que ha pasado cuando recoja mi celular dentro de un rato xDDD.

En fin, que quería contarle a alguien todo esto, doy pena xDD. El blog de verdad que ayuda ^^.


¡Nos leemos!